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"Dinner for Schmucks" es una comedia divertidísima, activa y vigorosa. El problema aparece si nos acordamos de la original francesa hecha en 1998 -¡A no comparar!-, por qué a pesar de ser una versión norteamericana esta muy bien dirigida y filmada. Steve Carell como siempre descontracturado, haciendo caras y sacandonos una sonrisa donde no la tenemos. Paul Rudd como siempre interpretando el mismo papel que viene haciendo hace 5 películas, que está bueno, pero ya cansa demasiado.

Tuve la oportunidad de ver una comedia con un argumento muy original. Por momentos es muy emocional ya que juega con los sentimientos de "Barry", una persona especial que hace arte con ratoncitos muertos y disecados lo cual me resultó muy satisfactorio por que son increíbles las obras.

Por otro lado tiene su lado romántico y típico de las comedias estadounidenses que ya nos tiene muy acostumbrados y las películas asi nos terminan resultando todas iguales y aburridas. Pero Steve Carell con su garra comediática sube al pódio a un film que participaba en una carrera de películas que quieren pero no pueden.

En conclusión, es muy divertida y la recomiendo para un Viernes a la noche con sus novias/os.

LO MEJOR: Steve Carell por supuesto y las obras de arte que su personaje crea. La cena final.

LO PEOR: Paul Rudd que, aunque actúe bien, siempre hace el mismo papel. La escenografía y el vestuario son demasiado rebuscados.

Puntuación: 58.